Deseo, en primer lugar, felicitar a los veintinueve compañeros de trabajo que han recibido el reconocimiento institucional de la Universidad, por los 25 años de labor, sacrificio y trabajo bien hecho. Este reconocimiento se fundamenta en un agradecimiento profundo porque, cada uno desde la tarea que le compete en su puesto de trabajo, ha sabido […]
Por Sergio Balarezo. 15 junio, 2015.Deseo, en primer lugar, felicitar a los veintinueve compañeros de trabajo que han recibido el reconocimiento institucional de la Universidad, por los 25 años de labor, sacrificio y trabajo bien hecho. Este reconocimiento se fundamenta en un agradecimiento profundo porque, cada uno desde la tarea que le compete en su puesto de trabajo, ha sabido encarnar las enseñanzas del Fundador de nuestra institución, san Josemaría Escrivá, sobre el trabajo bien hecho, con perfección humana y visión de trascendencia.
Lo que es la Universidad hoy, como lo diría nuestro querido y recordado P. Vicente Pazos fallecido el pasado 26 de mayo, es fruto de la “unidad y la audacia”. Nadie mejor que él para decirlo ya que encarnó e hizo suyo el deseo de san Josemaría y dirigió los primeros pasos de esta, nuestra querida Universidad.
Ese mismo espíritu, que nos anima hoy, se ha visto fortalecido durante estos 46 años por tantas personas que, con su ejemplo, han forjado la historia de la UDEP y nos han animado a continuar esta gran aventura. Algunos de ellos, que ya no físicamente con nosotros, nos dan la seguridad de que estos 25 años han valido la pena.
Siempre me he preguntado, ¿qué hace que una persona se involucre con una organización hasta estar dispuesta a dar 25 años de su vida, o más, por ella? Definitivamente no es lo material, en nuestro caso es evidente. Pienso que en la Universidad de Piura, pensamiento que he madurado con el tiempo y con el ejemplo de tantos maestros y trabajadores con los que he podido tratar, da gusto trabajar, porque cada uno sabe lo que hace, valora lo que hace y ama lo que hace. Es difícil no querer una labor de formación que busca entregar a la sociedad mejores personas y profesionales, que la orienten por el camino correcto de la sana convivencia humana fundamentada en profundas convicciones cristianas.
Unidad y audacia. Somos el eslabón de una gran cadena generacional comprometida a continuar el ejemplo recibido y a ser ejemplo para los que vienen y que, dentro de unos años, también estarán aquí, recibiendo el reconocimiento por 25 años de fructífera labor, y llevando a nuestra querida Universidad de Piura a ser una referencia mundial, como nos pidió el Gran Canciller en el 2010, cuando visitó este campus. El Gran Canciller nos pide audacia y, para lograr los objetivos, debemos mantenernos muy unidos y compartir los mismos ideales.
Gracias una vez más por lo que han hecho, por lo que hacen y por lo que harán; pero, sobre todo, por estar en lo que hacen, cuidando los detalles de servicio, las cosas pequeñas, la amistad, la camaradería y el buen espíritu de trabajo.